“ Así, no” . La frase que hizo popular una veterana conductora argentina fue pronunciada, esta vez, por un miembro de la realeza. No se sabe si, además, acompañó la negativa con el clásico combo de palabrotas cortas. Lo que sí está claro es que a la princesa Leticia de España no quedó conforme con la biografía que su ex jefe de la TVE estaba escribiendo sobre ella.
Nadie sabe qué fue lo que le molestó a la princesa, porque lejos de desconocer la existencia del libro, ella estaba tan al tanto de su escritura que ya lo había leído e, incluso, iba a convertirse en su primera biografía autorizada.
El sitio Vanitatis , especialista en cuestiones de la realeza y la farándula española, indica que el libro ya había pasado por corrección y sólo faltaba su paso a la imprenta. Además, asegura que “la consorte real se negó en redondo a que su ex jefe y sin embargo amigo contara nada que tuviera que ver con su perfil profesional y mucho menos personal”.
Letizia y Alfredo Urdaci compartieron mucho más que un estudio televisivo. Tienen, desde hace años una r elación personal de mucha cercanía. De hecho, las pastas que cocina la mujer de Urdaci son uno de los platos preferidos de la delgadísima ex periodista.
La negativa de Leticia a dar su beneplácito se da en un momento algo extraño: en consonancia con los setenta años de la reina Sofía, el mercado editorial se saturó de libros sobre la monarquía. Algunos, además, generaron gran controversia y convirtieron a las declaraciones de la soberana en motivo de discusión o directamente de burla.
Nadie sabe qué fue lo que le molestó a la princesa, porque lejos de desconocer la existencia del libro, ella estaba tan al tanto de su escritura que ya lo había leído e, incluso, iba a convertirse en su primera biografía autorizada.
El sitio Vanitatis , especialista en cuestiones de la realeza y la farándula española, indica que el libro ya había pasado por corrección y sólo faltaba su paso a la imprenta. Además, asegura que “la consorte real se negó en redondo a que su ex jefe y sin embargo amigo contara nada que tuviera que ver con su perfil profesional y mucho menos personal”.
Letizia y Alfredo Urdaci compartieron mucho más que un estudio televisivo. Tienen, desde hace años una r elación personal de mucha cercanía. De hecho, las pastas que cocina la mujer de Urdaci son uno de los platos preferidos de la delgadísima ex periodista.
La negativa de Leticia a dar su beneplácito se da en un momento algo extraño: en consonancia con los setenta años de la reina Sofía, el mercado editorial se saturó de libros sobre la monarquía. Algunos, además, generaron gran controversia y convirtieron a las declaraciones de la soberana en motivo de discusión o directamente de burla.
Fuente: Perfil
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