Los últimos datos económicos y financieros no han sido alentadores para la Argentina. Durante el 2008 salieron del país US$23 mil millones, casi tres veces más que en 2007 y un 23% superior a la fuga que se produjo durante el segundo trimestre de 2001 e igual lapso de 2002. La información fue publicada hoy por La Nación, tomada desde los propios datos que publicó en su sitio web el Banco Central (BCRA).
Esta entidad mostró un déficit de US$6649 millones en la cuenta de formación de activos externos entre octubre y diciembre del año pasado, una cifra 15% superior a la registrada en el trimestre previo. Esta, sumada a los saldos negativos de los tres trimestres previos, permitió concluir que durante el año pasado la fuga de capitales alcanzó los US$ 23.096 millones.
Dentro de esta fuga se encuentran US$665 millones que partieron rumbo a Uruguay en los íltimos cuatro meses.
Errores ajenos y propios. En 2007 el saldo del BCRA había sido negativo en US$8880 millones y se profundizó constantemente por los primeros signos de la crisis global y los desequilibriso de la economía argentina. En 2008 la desconfianza en las finanzas del Estado, sumado a la pelea del Gobierno con el campo fueron determinantes.
En aquel momento (segundo trimestre) la tendencia a restar divisas al circuito económico alcanzó su mayor punto y se fueron al exterior US$8374 millones. En el tercer trimestre, si bien la fuga descendió, salieron otros US$5800 millones. Una buena y una mala. Si bien hubo un mayor desvío de capitales en 2008 que durante la crisis de 2001, lo cierto es que la economía argentina soportó de manera solvente este problema durante la gestión de Cristina Kirchner. Los altos precios internacionales ayudaron a que ingresen de forma constante millones de dólares.
A pesar de eso, es poco probable que se pueda sostener la situación durante 2009, ya que los precios de los productos exportables argentinos descendieron notablemente y, en consecuencia, la recaudación descenderá.
Dentro de esta fuga se encuentran US$665 millones que partieron rumbo a Uruguay en los íltimos cuatro meses.
Errores ajenos y propios. En 2007 el saldo del BCRA había sido negativo en US$8880 millones y se profundizó constantemente por los primeros signos de la crisis global y los desequilibriso de la economía argentina. En 2008 la desconfianza en las finanzas del Estado, sumado a la pelea del Gobierno con el campo fueron determinantes.
En aquel momento (segundo trimestre) la tendencia a restar divisas al circuito económico alcanzó su mayor punto y se fueron al exterior US$8374 millones. En el tercer trimestre, si bien la fuga descendió, salieron otros US$5800 millones. Una buena y una mala. Si bien hubo un mayor desvío de capitales en 2008 que durante la crisis de 2001, lo cierto es que la economía argentina soportó de manera solvente este problema durante la gestión de Cristina Kirchner. Los altos precios internacionales ayudaron a que ingresen de forma constante millones de dólares.
A pesar de eso, es poco probable que se pueda sostener la situación durante 2009, ya que los precios de los productos exportables argentinos descendieron notablemente y, en consecuencia, la recaudación descenderá.
Fuente: Perfil
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