Miles de vecinos presenciaron en Belgrano el desfile y los espectáculos típicos con los que la colectividad oriental recibió el año 4707. Miles de vecinos porteños se acercaron esta tarde al denominado Barrio Chino, ubicado en Barrancas de Belgrano, para asistir al desfile del Dragón y del León con el que la colectividad oriental dio inicio al nuevo año, el 4707 o del Búfalo, imagen del trabajo y la racionalidad. El año (lunar) comienza mañana, 26 de enero, pero la comunidad china adelantó la festividad para hacerla en simultáneo con sus compatriotas en el extremo oriente. Organizada por la Asociación Barrio Chino de Buenos Aires, la fiesta -que como todos los años se extiende de 10 a 20- contó con espectáculos de artes marciales y una gran feria de gastronomía oriental. El embajador de la República Popular China, Zhen Gang, fue el único orador en el acto de inicio previo a la esperada danza del Dragón y del León. El diplomático, que habló en su idioma y fue traducido por una locutora, se refirió al "extraordinario" 2008 durante el que su país organizó exitosamente los Juegos Olímpicos en Beijing. "Esta es la nochebuena del año del Búfalo", dijo Gang y adelantó que se propone "seguir en el camino de una asociación estratégica con Argentina para servir mejor a los paisanos". También anunció que este año se construirá "un pórtico en la entrada al barrio chino", a semejanza de los que existen en otras ciudades del mundo. Antonio Chan, vicepresidente de la Asociación del Barrio Chino de Buenos Aires y al frente de la organización de los festejos desde hace tres años, resaltó la importancia cultural del evento "hacia adentro de la colectividad y hacia los vecinos porteños en general". "Esto sirve para que los vecinos vengan y nos conozcan y vuelvan otra vez, por eso pensamos en tener al menos cuatro festejos durante el año, estamos buscando las excusas", señaló con una sonrisa durante un diálogo con Télam. Chan, de 35 años y nacido en Taiwán, explicó que en la Argentina hay unos 80 mil chinos provenientes de distintas regiones, y que el esfuerzo principal está puesto en que los jóvenes mantengan la cultura porque "no basta con la lengua, también tienen que conocer las costumbres y practicarlas". Un ejemplo del esfuerzo que hacen los chinos fuera de su país es que en los festejos por el año nuevo "trabajan el doble, mientras que allá durante 15 días sólo se celebra el inicio del nuevo ciclo", que reciben con toda pompa. El buen tiempo acompañó a los que pudieron disfrutar de la exquisita oferta de comidas orientales en sus versiones saladas y dulces, té verde, rojo y sake fríos, acompañados por la música tradicional del gigante asiático. Hasta Falun Dafa (o Falun Gong, una organización que hace años denuncia persecuciones a sus miembros) tenía su stand en una esquina de la calle Arribeños, donde varios de sus seguidores realizaban ejercicios totalmente concentrados y ajenos al bullicio de los paseantes. Más allá de los festejos, el punto es que en la rica cultura oriental se inicia el año del Búfalo de Fuego, considerado el mejor ayudante en la dura tarea rural: un animal tenaz que atraviesa las vicisitudes con pasos firmes y pesados. Fuente: Télam
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