Cuando todo va mal, tu autoestima está por el suelo y sientes que la depresión se apodera de ti, nunca falta el consejo del pseudo-psicólogo sabelotodo que te insta a pensar que eres el mejor, que todo va a salir bien (¡que frase que odio!) y que puedes salir adelante. Patrañas.
Según un estudio publicado en Psicological Science y llevado a cabo por psicólogos canadienses de la Universidad de Waterloo y de la Universidad de New Brunswick, el pensamiento positivo sobre uno mismo no necesariamente mejora tu imagen para contigo, sino que en realidad puede llegar a hacerla añicos.
Los investigadores experimentaron con personas con baja autoestima y con otras con la autoestima alta. Se les pidió a los participantes del experimento que se repitieran “soy adorable” muchas veces para así conocer la repercusión de esto en su autoestima.
Sorprendentemente, las personas con autoestima baja terminaron con la autoestima más baja aún tras el experimento, lo cual es explicado por los investigadores a través de la contradicción que las palabras de auto-estimulación pueden llegar a producir en el individuo.
Por ejemplo, si una persona no confía en sí misma, repetirse “soy apto para todo”, “soy genial” o “soy extremadamente hábil” puede generar una contradicción con la auto-imagen, desplomando cualquier intento de verse mejor.
“Soy una persona adorable”, “soy una persona adorable”, “soy una persona adorable”, “soy genial”, “soy genial”, “soy genial”, “todos me aman”, “todos me aman”, “todos me aman”. ¡Dios! ¡Jamás me había sentido tan deprimido!
Según un estudio publicado en Psicological Science y llevado a cabo por psicólogos canadienses de la Universidad de Waterloo y de la Universidad de New Brunswick, el pensamiento positivo sobre uno mismo no necesariamente mejora tu imagen para contigo, sino que en realidad puede llegar a hacerla añicos.
Los investigadores experimentaron con personas con baja autoestima y con otras con la autoestima alta. Se les pidió a los participantes del experimento que se repitieran “soy adorable” muchas veces para así conocer la repercusión de esto en su autoestima.
Sorprendentemente, las personas con autoestima baja terminaron con la autoestima más baja aún tras el experimento, lo cual es explicado por los investigadores a través de la contradicción que las palabras de auto-estimulación pueden llegar a producir en el individuo.
Por ejemplo, si una persona no confía en sí misma, repetirse “soy apto para todo”, “soy genial” o “soy extremadamente hábil” puede generar una contradicción con la auto-imagen, desplomando cualquier intento de verse mejor.
“Soy una persona adorable”, “soy una persona adorable”, “soy una persona adorable”, “soy genial”, “soy genial”, “soy genial”, “todos me aman”, “todos me aman”, “todos me aman”. ¡Dios! ¡Jamás me había sentido tan deprimido!
Fuente: Psicological Science
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1 comentarios:
La verdad que si deprime!!!!
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