Curiosidades sobre el estornudo

La sensación de cosquilleo comienza a trepar por tus fosas nasales. Los ojos se te humedecen y los pulmones se llenan de aire. Todo es inminente ya, no hay escapatoria. Inclinas la cabeza hacia atrás para tomar impulso y… ¡ATCHÚS! La lluvia de mocos, flemas y saliva se expande por doquier. Y sientes alivio tras haber estornudado.
Acto reflejo, gesto de mala educación o como prefieras llamarlo, el estornudo es de las reacciones más básicas de nuestro sistema respiratorio. Este mecanismo de defensa permite expulsar todas las impurezas que están albergadas dentro de los pulmones para así no generar infecciones dentro de dichos órganos.
Los números relativos al estornudo son altamente interesantes. La velocidad con la que se expulsa el aire de los pulmones es de entre 110 y 160 kilómetros por hora, y contamina un área de seis metros a la redonda, por lo cual nadie de los que está a tu alrededor se salva de aspirar tus mocos. Pero esta no es la única curiosidad sobre el estornudo que vale la pena compartir.
¿Sabías por qué el estornudo es proseguido de un “Jesús” o “Salud” dependiendo del país? Es que durante el papado del Papa Gregorio (540-604) la Peste asediaba a Europa, y el vicario instó a todos los fieles a acompañar el estornudo con una bendición, para que los gérmenes no se expandieran. De hecho, en inglés la convención indica que tras el estornudo viene un “bless you”, literalmente “bendición”.
Además, mientras que en la India o Pakistán se cree que un estornudo implica estar recordando a un ser querido, en Japón estornudar es señal de que alguien está hablando de uno, y en Hungría o Eslovenia el estornudo se interpreta como una confirmación de Dios de que lo que se está diciendo es cierto.
Finalmente ¿sabes por qué a veces mirar la luz nos permite estornudar más fácilmente? Esto ocurre en personas que tienen alteradas las señales nerviosas, y en quienes el nervio trigémino (responsable de estos estornudos) está asociado al nervio óptico, y un sobre-estímulo del nervio óptico produce una reacción inmediata de estornudo.

Fuente: Algesa

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