La risa es una expresión emocional innata en los seres humanos. Por ello, reírse de los demás también es considerado un fenómeno universal. Sin embargo, a algunas personas el hecho de que se rían de ellas les produce un miedo extremo que dificulta enormemente su vida social. Es lo que se conoce como gelotofobia, un trastorno que, según publica la revista científica Humor, afecta por igual a todas las culturas.
A esta conclusión llegaron varias decenas de investigadores de 73 países, entre ellos dos españoles, tras aplicar un cuestionario para evaluar la presencia de la gelotofobia en una muestra de 22.610 personas.
“Existen muchas razones por las que unas personas se ríen de otras”, explica Victor Rubio, psicólogo de la Universidad Autónoma de Madrid y coautor del estudio. Según los expertos, los individuos se pueden clasificar en dos dimensiones implicadas en el miedo a que se rían de uno mismo: reacciones de inseguridad, es decir, tratar de ocultar a los demás la falta de confianza en uno mismo o creer que uno es involuntariamente gracioso; y reacciones de evitación de situaciones en las que se han reído de uno. Aunque esto es común en todas las culturas, el estudio identifica ciertas diferencias. Así por ejemplo, países como Turkmenistán o Camboya destacan por presentar reacciones de inseguridad, mientras que los habitantes de Iraq, Egipto y Jordania tienden a evitar las situaciones en las que se rieron de ellos.
Otro dato curioso que pone en evidencia el estudio es que los ciudadanos finlandeses son los que menos sospechan que si alguien se ríe en su presencia es porque lo está haciendo de ellos (8.5%), mientras que en esa misma situación el 80% de los tailandeses está convencido de que ellos son los causantes de las risas que escuchan.
A esta conclusión llegaron varias decenas de investigadores de 73 países, entre ellos dos españoles, tras aplicar un cuestionario para evaluar la presencia de la gelotofobia en una muestra de 22.610 personas.
“Existen muchas razones por las que unas personas se ríen de otras”, explica Victor Rubio, psicólogo de la Universidad Autónoma de Madrid y coautor del estudio. Según los expertos, los individuos se pueden clasificar en dos dimensiones implicadas en el miedo a que se rían de uno mismo: reacciones de inseguridad, es decir, tratar de ocultar a los demás la falta de confianza en uno mismo o creer que uno es involuntariamente gracioso; y reacciones de evitación de situaciones en las que se han reído de uno. Aunque esto es común en todas las culturas, el estudio identifica ciertas diferencias. Así por ejemplo, países como Turkmenistán o Camboya destacan por presentar reacciones de inseguridad, mientras que los habitantes de Iraq, Egipto y Jordania tienden a evitar las situaciones en las que se rieron de ellos.
Otro dato curioso que pone en evidencia el estudio es que los ciudadanos finlandeses son los que menos sospechan que si alguien se ríe en su presencia es porque lo está haciendo de ellos (8.5%), mientras que en esa misma situación el 80% de los tailandeses está convencido de que ellos son los causantes de las risas que escuchan.
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