Las vacaciones navideñas no son tan entrañables como las pintan. Al menos para nuestra salud. Científicos de la Universidad de Pitssburgh y la Universidad Wunnipiac han demostrado que nuestros hábitos alimenticios cambian sustancialmente durante los fines de semana y las vacaciones.
Tras analizar el comportamiento de los consumidores durante dos años seguidos, Jeffrey Inman y sus colegas han demostrado que en esos días no sólo aumenta el consumo de calorías sino que también se reduce el valor nutricional de los alimentos consumidos. En otras palabras, la pirámide alimenticia se trastoca totalmente. Los científicos aseguran que esto les sucede incluso a personas que llevan una dieta estricta, y en la revista Journal of Public Policy & Marketing advierten que es imposible combatir la “epidemia” de obesidad sin tenerlo en cuenta. Por eso han recomendado al Departamento de Agricultura Estadounidense que, en sus próximas campañas para una alimentación sana, incluya pautas específicas para sábados, domingos y festivos.
Por otra parte, según un estudio que publica este mes la revista Journal of Leukocyte Biology, el estrés que supone el reencuentro familiar agrava las enfermedades autoinumnes y hace que infecciones latentes emerjan durante estas fiestas. “Es necesario que nos concentremos en entender cómo dos sistemas diferentes, el inmune y el nervioso, interactúan de esta manera”, concluyen sus autores.
Tras analizar el comportamiento de los consumidores durante dos años seguidos, Jeffrey Inman y sus colegas han demostrado que en esos días no sólo aumenta el consumo de calorías sino que también se reduce el valor nutricional de los alimentos consumidos. En otras palabras, la pirámide alimenticia se trastoca totalmente. Los científicos aseguran que esto les sucede incluso a personas que llevan una dieta estricta, y en la revista Journal of Public Policy & Marketing advierten que es imposible combatir la “epidemia” de obesidad sin tenerlo en cuenta. Por eso han recomendado al Departamento de Agricultura Estadounidense que, en sus próximas campañas para una alimentación sana, incluya pautas específicas para sábados, domingos y festivos.
Por otra parte, según un estudio que publica este mes la revista Journal of Leukocyte Biology, el estrés que supone el reencuentro familiar agrava las enfermedades autoinumnes y hace que infecciones latentes emerjan durante estas fiestas. “Es necesario que nos concentremos en entender cómo dos sistemas diferentes, el inmune y el nervioso, interactúan de esta manera”, concluyen sus autores.
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