He aquí un dilema. En las piscinas públicas no se permite bañarse vestido, pero ¿y si la persona que se mete al agua está obligada por su religion a cubrirse el cuerpo entero?. ¿Tiene derecho a bañarse allí o no? Esta compleja situación se ha dado recientemente en Francia e Italia. La determinación que han tomado ambos paises: Prohibirles la entrada.
A principios de agosto, una mujer musulmana con un 'burkini' ( traje de baño que sólo deja al descubierto la cara, los pies y las manos, e incluye una túnica suelta) se disponía a bañarse en una piscina al este de Paris. Todo el mundo la miraba de forma extraña y de repente la obligaron a salir del agua, porque “las normas de higiene de esa piscina prohíben bañarse con cualquier tipo de prenda que no sea un traje de baño elástico y perfectamente ajustado al cuerpo”. Ella intentó poner una reclamación, pero tampoco se lo permitieron, por lo que dice que llevará el tema a la Justicia, ya que lo considera una discriminación y un acto xenófobo.
Esta polémica ha reabierto el debate galo, pues hace dos meses 65 diputados franceses lanzaron un movimiento contra el uso del burka, algo que ratificó Sarkozy asegurando que el burka no era bienvenido en Francia, porque iba en contra de la dignidad de la mujer.
En Italia la situación fue similar. La mujer con el 'burkini' estaba nadando en la piscina municipal de Verona, mientras soportaba protestas de varias madres que la decían “que estaba asustando a los niños que había en el agua”. Minutos después, el director del recinto la pidió que le mostrara la etiqueta de su bañador por cuestiones higiénicas y recalcó que en su piscina sólo se podía entrar con traje de baño de determinados materiales y con ciertas caracteristicas que su 'burkini' no cumplía. La mujer, dolida, se marchó de la piscina.
Días después de este altercado, el alcalde de Verona dijo "a la piscina se viene en traje de baño y punto, hay reglas que tienen que ser respetadas y si esa mujer no quiere usar un biquini o un bañador que se bañe en su casa".
Otras localidades de Italia se han hecho eco de esta polémica y han prohibido expresamente el uso de burkinis en las piscinas públicas, tal es el caso de Varallo Sesia (Vercelli), situada cerca de Turín, donde además de impedir su uso en las piscinas, tambien se ha hecho en las riberas del río bajo pena de una multa de 500 euros.
El 'burkini' fue creado hace cinco años por la australiana de origen libanés Aheda Zanetti, una musulmana amante de los deportes que atendio la demandad de muchas mujeres musulmanas por poder bañarse en la playa y en la piscina sin contrariar su credo. Ella defiende su creación por encima de las críticas recibidas, ya que, a su juicio, gracias a este traje de baño muchas mujeres musulmanas han podido nadar y participar en competencias deportivas. Con el paso del tiempo, el 'burkini' va evolucionando y ahora se pueden elegir diversas hechuras (recatada, deportiva o ajustada), en función del largo de la túnica superior y el ancho de los pantalones, con un precio que va desde los 49 hasta los 110 euros.
El debate está abierto y parece que son muchas las localidades que van a posicionarse a favor o en contra de este complejo tema.
A principios de agosto, una mujer musulmana con un 'burkini' ( traje de baño que sólo deja al descubierto la cara, los pies y las manos, e incluye una túnica suelta) se disponía a bañarse en una piscina al este de Paris. Todo el mundo la miraba de forma extraña y de repente la obligaron a salir del agua, porque “las normas de higiene de esa piscina prohíben bañarse con cualquier tipo de prenda que no sea un traje de baño elástico y perfectamente ajustado al cuerpo”. Ella intentó poner una reclamación, pero tampoco se lo permitieron, por lo que dice que llevará el tema a la Justicia, ya que lo considera una discriminación y un acto xenófobo.
Esta polémica ha reabierto el debate galo, pues hace dos meses 65 diputados franceses lanzaron un movimiento contra el uso del burka, algo que ratificó Sarkozy asegurando que el burka no era bienvenido en Francia, porque iba en contra de la dignidad de la mujer.
En Italia la situación fue similar. La mujer con el 'burkini' estaba nadando en la piscina municipal de Verona, mientras soportaba protestas de varias madres que la decían “que estaba asustando a los niños que había en el agua”. Minutos después, el director del recinto la pidió que le mostrara la etiqueta de su bañador por cuestiones higiénicas y recalcó que en su piscina sólo se podía entrar con traje de baño de determinados materiales y con ciertas caracteristicas que su 'burkini' no cumplía. La mujer, dolida, se marchó de la piscina.
Días después de este altercado, el alcalde de Verona dijo "a la piscina se viene en traje de baño y punto, hay reglas que tienen que ser respetadas y si esa mujer no quiere usar un biquini o un bañador que se bañe en su casa".
Otras localidades de Italia se han hecho eco de esta polémica y han prohibido expresamente el uso de burkinis en las piscinas públicas, tal es el caso de Varallo Sesia (Vercelli), situada cerca de Turín, donde además de impedir su uso en las piscinas, tambien se ha hecho en las riberas del río bajo pena de una multa de 500 euros.
El 'burkini' fue creado hace cinco años por la australiana de origen libanés Aheda Zanetti, una musulmana amante de los deportes que atendio la demandad de muchas mujeres musulmanas por poder bañarse en la playa y en la piscina sin contrariar su credo. Ella defiende su creación por encima de las críticas recibidas, ya que, a su juicio, gracias a este traje de baño muchas mujeres musulmanas han podido nadar y participar en competencias deportivas. Con el paso del tiempo, el 'burkini' va evolucionando y ahora se pueden elegir diversas hechuras (recatada, deportiva o ajustada), en función del largo de la túnica superior y el ancho de los pantalones, con un precio que va desde los 49 hasta los 110 euros.
El debate está abierto y parece que son muchas las localidades que van a posicionarse a favor o en contra de este complejo tema.
Fuente: Blog de Europa Press
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