El cuerpo humano tiene mecanismos metabólicos que provocan rápidos descensos de azúcar y por tanto, hambre. Un grupo de investigación del CSIC ha conseguido sintetizar una sustancia que podría ser la solución a los problemas de peso de muchas personas, al retardar la absorción de la glucosa y la sensación de hambre.
A finales de marzo de este año, un grupo de investigadores de Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) patentó un proceso biotecnológico para producir una molécula natural, la fagomina, que puede retrasar la aparición del apetito.
La fagomina es un iminoazúcar (moléculas similares a los azúcares pero con ligeras diferencias químicas), que se encuentra en pequeñas cantidades en la semilla del trigo sarraceno. Esta molécula retarda la absorción de la glucosa presente en los azúcares refinados y los almidones presentes en cereales, pastas o patatas, lo que a la larga, retrasa la aparición del apetito. Su producción en grandes cantidades mediante métodos enzimáticos permitirá el desarrollo de alimentos funcionales que sirvan para el control del peso.
Como explica el investigador Josep Lluís Torres, "cuando se comen alimentos ricos en azúcares refinados hay un rápido incremento de la glucosa en la sangre. Esta se metaboliza de forma muy rápida, por lo que al poco tiempo, su cantidada se reduce de forma drástica. Este descenso, un mecanismo natural del metabolismo, no despierta de nuevo el apetito por el azúcar, provocándonos hambre". La fagomina consigue allanar esos picos de glucosa que desencadenan la aparición rápida del apetito.
El desarrollo de esta patente y de la creación de alimentos funcionales para bajar de peso, lo llevará al mercado Biolange, una spin-off del CSIC que espera comercializar la molécula en Estados Unidos a finales de año.
A finales de marzo de este año, un grupo de investigadores de Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) patentó un proceso biotecnológico para producir una molécula natural, la fagomina, que puede retrasar la aparición del apetito.
La fagomina es un iminoazúcar (moléculas similares a los azúcares pero con ligeras diferencias químicas), que se encuentra en pequeñas cantidades en la semilla del trigo sarraceno. Esta molécula retarda la absorción de la glucosa presente en los azúcares refinados y los almidones presentes en cereales, pastas o patatas, lo que a la larga, retrasa la aparición del apetito. Su producción en grandes cantidades mediante métodos enzimáticos permitirá el desarrollo de alimentos funcionales que sirvan para el control del peso.
Como explica el investigador Josep Lluís Torres, "cuando se comen alimentos ricos en azúcares refinados hay un rápido incremento de la glucosa en la sangre. Esta se metaboliza de forma muy rápida, por lo que al poco tiempo, su cantidada se reduce de forma drástica. Este descenso, un mecanismo natural del metabolismo, no despierta de nuevo el apetito por el azúcar, provocándonos hambre". La fagomina consigue allanar esos picos de glucosa que desencadenan la aparición rápida del apetito.
El desarrollo de esta patente y de la creación de alimentos funcionales para bajar de peso, lo llevará al mercado Biolange, una spin-off del CSIC que espera comercializar la molécula en Estados Unidos a finales de año.
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